La articulación temporomandibular, también conocida como ATM es la articulación situada entre la cabeza y el cuello y es la responsable de la masticación, deglución y fonación. La ATM es una de las estructuras anatómicas más complejas de nuestro cuerpo y una de las más usadas, se debe trabajar de forma equilibrada y simétrica para poder conseguir una correcta circulación.
En Clínica Obrador buscaremos las mejores opciones, a través de un equipo interdisciplinario, con la combinación de férulas de descarga y tratamiento de fisioterapia.
Los trastornos de la articulación temporomandibular son un tipo de trastorno que pueden causar dolor en la mandíbula y en los músculos que controlan el movimiento de la esta.
La causa exacta del trastorno ATM de una persona puede deberse a varios factores. El dolor puede aparecer por una combinación de factores, como la genética, artritis o una lesión de la mandíbula. Las personas que tienen dolor en la mandíbula tienden a apretar o rechinar los dientes (bruxismo), pero no es un factor determinante.
Normalmente, el dolor o las molestias asociados a los trastornos de la ATM son temporales y pueden eliminarse con la ayuda de un especialista.
Por otro lado, podemos clasificar los problemas con el ATM en dos grupos:
Síntomas
Para diagnosticar la causa de los síntomas procederemos a:
El bruxismo consiste en apretar y rechinar los dientes de manera involuntaria. Esto provoca que los dientes duelan o se aflojen, en casos extremos o que no se corrige a tiempo puede llegar incluso a pulverizar o desmoronar los dientes y destruir el hueso que soporta el diente, causando problemas de articulación como el ATM.
El bruxismo suele ser un hábito del que no somos conscientes, ya que podemos hacerlo inconscientemente por las noches, mientras dormimos. Si nos suelen decir que rechinamos los dientes, es probable que tengamos bruxismo, también podemos descubrirlo en una revisión del dentista, ya que suele aparecer entre los 17 y 20 años. Esto no quiere decir que no podamos desarrollar bruxismo a edades más tempranas o más tardías.
Por otro lado, si tenemos dolor en la cara, cabeza o cuello normalmente es un indicativo de que padecemos esta enfermedad.
Debido a que el bruxismo puede llegar a desarrollar problemas con la articulación temporomandibular, sería bueno acudir a fisioterapia.
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